Una reflexión tras la SEMINCI

No conocemos ninguna edición de la Seminci, el festival internacional de cine de Valladolid, que nos haya dejado indiferentes. Siempre hay algo que sorprende y nos lleva más allá de nosotras. Esto se debe sobre todo a que la selección de las películas es exquisita. Parece que se haya mirado con lupa cada una de ellas antes de incluirlas en los ciclos definitivos: historias atípicas, personajes que te llevas contigo, ningún convencionalismo ni tintes televisivos. Trío de teatros: Calderón, Zorrilla, Carrión. Y las salas de cine Broadway. Todos ellos se convierten a menudo en pistas de despegue. Esa es una de las esencias del cine, ¿no?