«Elle», con Isabelle Huppert.
Durante el Zinemaldia hemos podido ver “Elle”, uno de los últimos estrenos de Isabelle Huppert como protagonista. Sigue sin defraudarnos, dejándonos estaqueadas en la butaca, boqueando en nuestro asiento. Y esto ya es mucho de mucho.
Esta actriz tiene la capacidad de banalizar las maldades, de sacarlas de su encorsetado cajón de lo incorrecto y ponérnoslas delante en forma de grito o susurro o gemido en plena violación. Y nunca sabemos muy bien qué hacer con ello ni qué pensar, pero ni falta nos hace. Lo importante es que siga y siga sin vacilar, sin tener en cuenta los supuestos universales, el imaginario social imperante o la alta burguesía y sus dramas larvados que suelen rodearla.
Es experta en el tan francés laissez faire, laissez passer. Da luz a algo tan atípico y denostado e incluso despreciado como son las ambigüedades, los subterfugios, los recovecos, las indefiniciones, ciertas amoralidades… Se hace cargo de sí misma y de su existencia con absoluta independencia. Esto, a día de hoy, hasta puede resultar revolucionario. Las consecuencias y la culpa solo son para personas como ustedes y yo, nunca asaltan a sus personajes. Y así toma decisiones, casi siempre sin vacilar y casi siempre desconcertantes y hasta incómodas para seres mediocres como nosotras (como yo, al menos). Para intentar escapar un poco de esto, me preguntaré: “¿Qué haría Isabelle Huppert en mi lugar?”. (Frase de nuestro querido J. pronunciada en el Ensanche).